sábado, 17 de marzo de 2012

La Campana de Braudel


El concepto lo tomé rápidamente cuando lo leí en “El Misterio del Capital” de Hernando de Soto y me ha acompañado por muchos años. La denotación del concepto era bastante sencilla en su inicio: La Campana de Braudel era una campana de vidrio transparente, imaginaria, dentro de la cual se situaba determinado grupo de personas que eran beneficiadas por el capitalismo, contrario sensu, quienes se encontraban fuera de la campana estaban marginados por el sistema, condenados no sólo a encontrarse al margen de los beneficios del mismo sino algo peor, a poder ver, observar, contemplar  cómo sí se beneficiaban los que estaban dentro de la campana (recordemos que se trataba de una campana de vidrio transparente).

El concepto es atribuido a Fernand Braudel (1902 - 1985), quien para mi sorpresa no era un economista sino un afamado historiador francés a quien le pareció en su momento muy extraño que, desde sus orígenes, el capitalismo trajera, al mismo tiempo mucha prosperidad y riqueza a un sector de la sociedad como tanta marginación y exclusión a otro, por lo que graficó, metafóricamente, al grupo afortunado dentro de una campana de vidrio.

La campana de Braudel es fácil de encontrar en casi cualquier sociedad capitalista del mundo occidental, la campana es construida con escrupulosidad e incluso es aceptada por ambas partes (beneficiarios y excluidos), de manera tácita, se construye, se acepta, y finalmente se incorpora al statu quo, genera una serie de brechas económicas y quiebres políticos y sociales, cada vez nos encontramos con personas y sociedades que se encuentran dentro del grupo de beneficiados que niegan la realidad de su sociedad de manera integral, autos con lunas obscuras, rejas y muros levantados, verdaderos búnkers construidos con un sentido de protección son fáciles de encontrar en cualquier ciudad capitalista.

En el Perú, esta campana levantada ha sido y es utilizada a menudo por políticos para sus campañas presidenciales, mostrándola con morbosidad y generando permanentemente un enfrentamiento entre los ciudadanos, los excluidos son alimentados con una serie de promesas que generan significativas expectativas y que, al no verse cumplidas en su cabalidad, generan una serie de conflictos sociales. Cada año crecen los conflictos sociales en el Perú, por la falta de acceso a educación, a vías de comunicación, a infraestructura, a agua. No es un tema de ahora, es un problema que se originó incluso desde antes de nuestra emancipación, la Campana de Braudel siempre existió en el Perú y hoy se encuentra intacta, ¿acaso el Estado tiene la culpa? Sí, ¿acaso la larga historia de fraccionamientos, divisiones, clasismo, racismo y demás conceptos de segregación tienen algo que ver en el asunto?, también, pero acaso, nosotros, ciudadanos de a pie, no hemos puesto nuestro granito de arena para que nada de esta situación cambie, para que la campana continúe, para que el rosario de conflictos sociales que tenemos actualmente no se encuentren en el estado al que han llegado. Creo que es momento de reflexionar y de pensar que sí podemos y tenemos que contribuir, no es sólo un tema de Estado, de economistas e historiadores, es un problema también que concierne a todos los peruanos, no deberíamos de quejarnos de las campanas de vidrio que nosotros mismos hemos ayudado a construir, creo que no se trata de derribar las campanas, se trata de ampliarlas para que todos entremos allí, y esto último es más un tema de actitud de ciudadanos de a pie. 

1 comentario:

  1. Entonces crees que: mas que un problema politico es un problema socio-cultural?

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